15 septiembre 2013




200 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
(1813-1901)

Giuseppe Fortunino Francesco Verdi

 Fue un compositor romántico italiano de ópera del siglo XIX, el más notable e influyente compositor de ópera italiana y puente entre el belcanto de Rossini, Donizetti y Bellini y la corriente del verismo y Puccini.

 


Nació en Le Roncole el 10 de octubre de 1813, hijo de Carlo Giuseppe Verdi y Luigia Uttini. Allí recibió sus primeras lecciones de música. Continuó sus estudios en la ciudad de  Busseto, bajo la tutela de Ferdinando Provesi.

Se convirtió pronto en el organista de la iglesia de su pueblo y, tras establecerse en Milán, intentó entrar en el conservatorio de la ciudad, pero no lo consiguió.

Se puede decir que sus primeros éxitos están relacionados con la situación política que se vivía en Italia en aquella época. Aparte de su calidad artística, sus óperas servían para exaltar el carácter nacionalista del pueblo italiano. Quizás el Va pensiero, coro de los esclavos de la ópera Nabucco, es uno de los más conocidos de Italia por esta razón.
Gracias a los éxitos conseguidos, Verdi pudo apostar por un estilo más personal en sus óperas. Consiguió llegar al gran público gracias a libretos que los letristas escribían expresamente para él.
Pero toda esta racha de buena suerte se trunco con un período de dificultades personales, con la muerte de su primera esposa y su hija, que contrastó con la creación de sus óperas más populares y queridas: Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore.
Posteriormente compondría óperas tan importantes como: Aida, compuesta para la Ópera de El Cairo. De ella hablaremos durante este trimestre.
No siempre todos sus estrenos eran exitosos sino que algunas de sus obras no fueron bien recibidas por el público o los críticos.
En sus últimos años, Verdi trabajó en algunas obras no operísticas como un cuarteto para cuerdas en mi menor (1873).
¿Recuerdas que es un cuarteto?
Una forma músical escrita para cuatro instrumentos. Se trata de música de cámara o de pequeño grupo.
Falleció en Milán, el 27 de enero de 1901, debido a un derrame cerebral. Dejó su fortuna para el establecimiento de una casa de reposo para músicos jubilados que llevaría su nombre: «Casa Verdi», en Milán, donde está enterrado. Su entierro causó una gran conmoción popular y al paso del cortejo fúnebre el público entonó espontáneamente el coro de esclavos de Nabucco.

Este trimestre escucharas fragmentos de las óperas NABUCCO y AIDA.


¡FELICIDADES MAESTRO!
El próximo 10 de octubre
 se conmemorará el
200 aniversario de su nacimiento.



 Este trimestre escucharemos algunas de sus más célebres óperas:





AIDA
La acción de Aída, situada en el antiguo Egipto, amenazado de invasión por los tropas etíopes, pone de relieve las situaciones difíciles y contradictorias en los que se debate Aída, joven esclava etíope. Su amor al guerrero Radamés la convierte en rival de la hija del Faraón. El drama lleva al juicio de Radamés, con quien a Aída compartirá su suerte.
Aida es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Antonio Ghislanzoni, compuesta para la inauguración del Canal de Suez pero estrenada después del 24 de diciembre de 1871 en el Teatro de Ópera de El Cairo.  Es una de las óperas más populares del compositor italiano.

Personajes:
AIDA Esclava Etíope Soprano Dramática
AMNERIS Hija del Faraón Mezzosoprano
RADAMES General Egipcio Tenor Dramático
AMONASTRO Rey de Etiopía y Padre de Aida Barítono
RAMFIS Sumo Sacerdote del Dios Amón Bajo
FARAON Rey de Egipto Tenor

Acto 1:
Al comienzo del acto inicial, Radamés entona una romanza para proclamar su amor por Aida.
 Aida hace suyas las palabras con que los egipcios saludan a Radamés, recién nombrado general del ejército, deseándole la victoria. Ella también quiere el éxito de su amado y supone, al tiempo, la derrota de su padre Amonasro, rey de los etíopes. Amor y deber patrio luchan en el corazón generoso de la angustiada joven.

Acto 2:
En el segundo acto, se produce el enfrentamiento entre Aida y Amneris: la princesa egipcia interroga con astucia a la esclava que, involuntariamente, descubre su amor por Radamés. Amneris se revela como su rival y la obliga a acompañarla a la celebración del triunfo. En este segundo acto el coro de la ópera entona el famoso “Gloria al Egipto” que escucharemos este trimestre.

Acto 3:
 Aida es la protagonista en este acto quien canta a dúo primero con su padre  y después con Radamés. Se siente engañada por Radamés y éste después será castigado por haberla despreciado y haber preferido el amor de la esclava etíope Amneris.

Acto 4:
 En el último acto, destaca la gran escena de Amneris, sola primero y con Radamés luego, cuyo amor trata de alcanzar en vano: el joven, traidor involuntario a su patria y sin posbilidad de recuperar a Aida sólo desea morir. Sigue el juicio y condena de Radamés, que provocan la ira de Amneris, que llama a los sacerdotes de Isis "tigres sedientos de sangre" Aida se cierra en un preciosos adiós a la vida: Radamès, enterrado vivo, descubre en la tumba a su amada y ambos unen sus voces en el célebre "O terra, addio".






NABUCCO
La acción tiene lugar en Jerusalén y Babilonia en el año 560 A.C.
Antecedentes
Durante la precaria paz del pueblo de Israel con sus vecinos, Ismaele fue embajador en Nínive, donde despertó sin querer el posesivo amor de la hija del rey Nabuccodonosor, Abigaille. Pero Ismaele se enamoró de la otra hija, Fenena, que al volver a Israel se fue con él y reside ahora en Jerusalén. Mientras tanto Nabuccodonosor se pone en marcha con sus tropas para invadir el minúsculo reino de Israel. Los israelitas ven como los babilonios. Zaccaria cree tener a mano la solución para evitar la invasión: en cuanto llegue Nabucco, amenazará la vida de Fenena con un puñal, y obligará así al babilonio a retroceder.
Zaccaria conforta a los israelitas: está convencido de tener en la mano la solución a la invasión. Abigaille,  llega en busca de Ismaele, al que ama. Pero éste ama a Fenena y no quiere a Abigaille.
Entra entonces Nabucco en el templo de Jerusalén. Zaccaria intenta poner en práctica su plan, amenazando la vida de Fenena con un puñal. Pero  Ismaele lo impide y el plan sale mal.

Acto II
Abigaille es ambiciosa y sólo ansía el poder hasta el punto de derrocar a su padre y proclamarse reina.

Abigaille durante su reinado manda matar al pueblo israelita y en él se encuentra su hermana. Después, ordena que carcelen a Nabucco, a pesar de las súplicas de éste, que trata de evitar que maten a Fenena. Mientras tanto, los israelitas trabajan como esclavos mientras esperan la muerte. En esa escena cantan el conocido “Va, pensiero”.

Nabucco despierta de un prolongado letargo. Se da cuenta de que Fenena va a ser asesinada y decide salvar a su propia hija. De pronto Nabucco y sus soldados los salvan de la ejecución.
Abigaille arrepentida de sus acciones, se ha envenenado y sólo pide ser perdonada por su hermana y por su padre. Muere invocando al Dios de Israel.